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28 de marzo Terremoto de Tailandia

2025-03-29

El 28 de marzo de 2025, un poderoso terremoto sacudió el sudeste asiático, causando fuertes temblores en Tailandia. Aunque el epicentro estaba ubicado en la región de Sagaing de Myanmar, el terremoto de la magnitud 7.7 afectó severamente a Bangkok y las ciudades circundantes, lo que condujo a colapsos de construcción, interrupciones de transporte y pánico generalizado. Este desastre se ha convertido en una de las catástrofes naturales más significativas del año.

Un paisaje devastado

Muchas regiones en Tailandia experimentaron temblores violentos, especialmente en la capital, Bangkok, que sentía como si estuviera siendo sacudida por una fuerza invisible. Los rascacielos que alguna vez estuvieron altos y firmes temblaron como pilas frágiles de bloques debajo de las olas sísmicas. Dentro de los edificios, las personas fueron arrojadas al caos: los archivos y los objetos se estrellaron en el suelo, las luces parpadearon siniestradas y el miedo se apoderó del aire.

En las calles, los peatones corrieron frenéticamente en todas las direcciones. Algunos gritaron de terror, sus voces llenas de impotencia, mientras que otros se derrumbaron en estado de shock, sus caras reflejaban la desesperación. Algunos fueron separados de sus compañeros, llamando desesperadamente nombres en un intento de reunirse. Las alarmas del automóvil sonó incesantemente, lo que se suma a la cacofonía del pánico.

Los sitios de construcción en Bangkok fueron golpeados aún más duro. Los edificios de gran altura inacabados se derrumbaron, enviando nubes de polvo masivas al cielo como si señalara el apocalipsis. Los trabajadores, capturados desprevenidos, lucharon por seguridad, mientras que algunos que reaccionaron demasiado lentamente fueron enterrados bajo los escombros, su destino incierto.

En el 46º Salón del Automóvil de Bangkok, celebrado en el Centro de Exposición de Impacto de Tailandia, el terremoto causó un caos generalizado entre los 70,000 asistentes estimados, incluidos expositores, representantes de ventas y visitantes. Los temblores provocaron una estampida hacia salidas de emergencia, creando un alto riesgo de accidentes de pisoteo.

Más allá de poner en peligro vidas, el terremoto también dio un golpe severo a la infraestructura de Tailandia. Los servicios de Internet y móviles se volvieron poco confiables, dejando a las personas incapaces de comunicarse con sus seres queridos o buscar ayuda. Los servicios de metro y tren ligero de Bangkok fueron suspendidos, lo que condujo a una congestión masiva de tráfico, con vehículos que forman líneas interminables que apenas se movían.

Esfuerzos de rescate: una carrera contra el tiempo

En respuesta a esta catástrofe, el gobierno tailandés actuó rápidamente. El primer ministro, Paetongtarn, interrumpió inmediatamente su visita de inspección en Phuket y regresó a Bangkok para convocar una reunión de socorro en desastres de emergencia. Con una expresión solemne y un tono firme, dirigió a los departamentos gubernamentales clave a priorizar la salvación de vidas y mitigar el daño.

El Ministerio de Defensa también movilizó a las tropas para mantener la seguridad pública. Su presencia tranquilizó a los ciudadanos asustados. Los soldados, vestidos con plena marcha, realizados eficientemente operaciones de rescate, algunos asistidos en evacuaciones, guiando a las personas a un lugar seguro, mientras que otros transportaron suministros de alivio incansablemente. El sudor empapó sus uniformes, pero siguieron sin quejas.

Mientras tanto, el gobierno de la ciudad de Bangkok declaró un estado de emergencia, implementando controles de tráfico para facilitar las operaciones de rescate. Los oficiales de policía dirigieron vehículos en las calles, asegurando que las ambulancias y los equipos de ayuda pudieran moverse libremente. Aunque estas restricciones incomodaron la vida diaria, los residentes cooperaron plenamente, entendiendo la importancia crítica de mantener abiertas las rutas de emergencia.

Para proporcionar refugio para los desplazados, los parques de Bangkok permanecieron abiertos durante toda la noche del 28 de marzo. Las filas de carpas convirtieron los espacios abiertos en campos de refugiados improvisados, donde los voluntarios distribuyeron alimentos, agua potable y mantas. Aunque el agotamiento y la ansiedad eran evidentes en los rostros de las personas, la presencia reconfortante de los trabajadores humanitarios restauró gradualmente una sensación de calma. Los niños jugaban dentro de las carpas, su risa ofrece un raro momento de calidez en medio de la devastación.

Los equipos de rescate trabajaron incansablemente para ubicar a los sobrevivientes atrapados bajo los escombros. En varios sitios de desastres en Bangkok, profesionales capacitados en equipo especializado buscados meticulosamente a través de los escombros, escuchando gritos débiles de ayuda. Cada vez que detectaban signos de vida, sus ojos se iluminaron con una determinación renovada, intensificando sus esfuerzos de rescate.

La ayuda internacional también llegó. El Equipo de Evaluación de Desastres de las Naciones Unidas coordinó rápidamente con el gobierno tailandés para brindar asistencia. Los países vecinos, incluidos China y Myanmar, expresaron su disposición a ofrecer apoyo para hacer frente a la crisis.

Impacto persistente y desafíos por delante

Los efectos del terremoto se extienden mucho más allá de la destrucción inmediata. La economía de Tailandia ha recibido un éxito significativo. La bolsa de valores de Tailandia suspendió todas las actividades comerciales en respuesta al terremoto, deteniendo repentinamente las transacciones en la junta principal, la junta de inicio y los mercados de futuros. Esta interrupción inesperada envió ondas de choque a través del sector financiero, dejando a los inversores inciertos sobre la estabilidad del mercado.

La industria turística de Tailandia, uno de los pilares económicos del país, también sufrió grandes contratiempos. Conocido por sus impresionantes paisajes, el rico patrimonio cultural y la cocina de fama mundial, Tailandia ha sido durante mucho tiempo un destino de viaje. Sin embargo, el terremoto ha planteado preocupaciones de seguridad entre los turistas, lo que llevó a muchos a cancelar o reconsiderar sus viajes.

Más allá de las repercusiones económicas, el impacto psicológico en los residentes es profundo. Muchos permanecen traumatizados, temiendo las réplicas y luchando por recuperar una sensación de seguridad.

Cooperación global en tiempos de crisis

En el mundo interconectado de hoy, los desastres naturales ya no son eventos aislados, plantean desafíos para toda la comunidad internacional. El terremoto de Tailandia subraya la importancia de la solidaridad global en la respuesta a desastres.

Después del terremoto, los países rápidamente ofrecieron ayuda, demostrando valores humanitarios y el poder de la cooperación internacional. El rápido despliegue del equipo de rescate de Blue Sky chino no solo reflejó el compromiso de China con el alivio mundial de desastres, sino que también destacó la profunda amistad entre China y Tailandia. Equipados con tecnología de rescate de vanguardia, estos equipos proporcionaron asistencia crucial a los trabajadores de emergencia tailandeses, mejorando la efectividad de los esfuerzos de ayuda.

Además de las operaciones de rescate, la comunidad global contribuyó mediante la donación de suministros esenciales, incluidas carpas, alimentos, agua y kits médicos, asegurando que las personas afectadas recibieran necesidades básicas. Varias naciones también enviaron expertos técnicos para apoyar a Tailandia en el monitoreo sísmico y la evaluación de desastres, estableciendo las bases para futuros esfuerzos de recuperación.

Pautas de seguridad para terremotos


  • Seguridad interior: recubra de inmediato, proteja su cabeza con un cojín y manténgase alejado de las ventanas y los objetos colgantes.
  • Suministros de emergencia: mantenga una linterna, silbato y un suministro de tres días de agua y medicamentos en el hogar.
  • Actualizaciones de información: siga los Servicios Nacionales de Radiodifusión de Tailandia (NBT) o el Departamento de Meteorología Thai (TMD) para actualizaciones en tiempo real.
  • PRECAUCIONES DE LA ASERURA: Las primeras 48 horas después de un terremoto son de alto riesgo, evitando que regresen a edificios dañados.


Conclusión

Este terremoto no es solo una prueba del sistema de respuesta de emergencia de Tailandia; Es un marcado recordatorio de que ningún lugar está completamente a salvo de las fuerzas de la naturaleza. Quizás la defensa más efectiva contra los terremotos comienza con edificios estructuralmente sólidos, simulacros de emergencia bien practicados y un respeto inquebrantable por la vida humana.

Que los difuntos descansen en paz, y que los sobrevivientes encuentren fuerza para reconstruir.


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